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jueves, 6 de abril de 2017

Video 49 - Lentitud para controlar la ansiedad y la DPDR

A estas alturas del blog no hay duda de que la DPDR está fuertemente relacionada con la ansiedad. La ansiedad que genera el estrés, las prisas, los traumas emocionales, las preocupaciones y responsabilidades, etc... y que impide que nuestra mente tenga tiempo para poder prestar atención al mundo que nos rodea centrándose en la fuente que provoca esa ansiedad.

Desde que el hombre es hombre la respuesta lógica y sensata cuando nos enfrentamos a un peligro (te persigue un ladrón, o corres detrás de un león) es concentrarse en salvar la vida, correr y ser eficientes. Cuando el peligro pasa, uno debería dejar de correr y volver poco a poco a un estado normal de paz y sosiego. La ansiedad es buena y tiene su utilidad mientras estamos en una situación de peligro puntual. Cuando el peligro es constante (real o imaginario) durante meses o años, forzamos a nuestra mente a un sobreesfuerzo y a una alteración química/neurológica que puede derivar finalmente en la Despersonalización y la Desrealización.

Otro gran consejo por tanto para salir de este estado es forzarnos a hacer todo despacio, observando y escuchando todo lo que ocurre a nuestro alrededor. Hay que insistir, insistir y por último insistir en decirnos que el peligro pasó y que hay que disfrutar de las cosas de la vida. Incluso hay que llegar a pararse físicamente y evitar el tic robótico de buscar algo que hacer: sacar el móvil, leer un libro, ponerse unos auriculares,...

¡Contra la DPDR, lentitud!