En este nuevo vídeo comento lo que yo viví en mi propio proceso de recuperación:
- El día de la conexión... ALIVIO, como si despejase un canal que hubiera estado cerrado durante mucho tiempo.
- Desaparece la DR, aparecen ligeros pinchacitos en la cabeza ya iniciados antes del día de la conexión, volvemos a poder pensar con normalidad, aunque no estamos al principio acostumbrados.
- Se deben seguir haciendo los paseos sensoriales. Práctica altamente recomendada aunque ya nos sintamos bien.
- Los colores brillan mas que nunca y nos evocan objetos de nuestra vida anterior a la DPDR.
- Nos quedará un proceso de asimilar todo lo que nos ha pasado durante los meses o años que duró nuestra desconexión. Incorporar todo a nuestro YO, a nuestra PERSONALIDAD.
- Seremos capaces de prestar atención sin prisa a todo lo que nos rodea, a lo superfluo, a las apariencias de los demás, a su ropa, a aspectos antes inaccesibles.
NO SE OS OCURRA RENDIROS
¡ESTO LLEVA MUCHO TIEMPO!
¡ES UNA LUCHA CONSTANTE, COMO UNA GUERRA CIVIL DENTRO DE NUESTRA CABEZA!
Al final, alcanzaremos la PAZ
santos.barrioscanseco@gmail.com
Hace una semana aproximadamente, de pronto note vértigos, como esos que suceden cuando las cervicales hacen de las suyas. Me fui a dormir (sucedió por la noche) y a la mañana siguiente mi cabeza no paró de dolerme en todo el día. Pero era un dolor extraño. Me dolía toda la parte superior, como si llevase un gorrito que apretase mucho y casi en el centro de la cabeza notaba una fuerte punzada. No le hice mucho caso, soy de esas personas que procuran no tomar medicinas si puedo soportarlo. Seguí mi rutina con mi habitual distracción, sin pensar en nada en concreto, convenciéndome de que la molestia ya se iría. Me dije que cuanto menos pensara, mejor, así mi cabeza me dolería menos. Suele funcionar. El caso es que mis ojos se posaron en el cubo de fregona y me dije: ‘Vaya, parece distinto.’ Y posé mi vista en otras cosas y todas parecían distintas, más cercanas, con formas, relieves, quizá con otra luz y con un poco de mas color… Ese velo que se interponían entre mi mirada y los objetos parecía haber perdido grosor. Las cosas parecen más cercanas, más reales.
ResponderEliminarSin embargo hay momentos en que ese velo se vuelve tupido otra vez. Pero, pese a mis grandes miedos, no pierdo la esperanza. Sé que continuaran los altibajos. Está claro que la información es poder y que la ignorancia, la mía propia, se va debilitando. No hay mejor aspirina que una sonrisa. Doy fe.
Saludos,
C.B.
Hola C.B. !
Eliminares normal sentir altibajos en el proceso de recuperación. ¡Vas bien, sigue esforzándote!