Recuerdo esta frase de José Ortega
y Gasset, gran filósofo español. UNO se queda en nada si se separa de su ciudad
o su país, de sus seres queridos, de sus raíces, de sus objetos, de sus
posesiones, de sus logros, de sus aficiones,… Al final, sin todo lo tuyo, te
quedas en nada.
Me viene en este preciso momento el pensamiento de los campos
de exterminio nazis donde tantos judíos fueron desprovistos de todo ello y
fueron hacinados en condiciones infrahumanas para trabajar en nada, esperando la muerte en cualquier momento. ¿Cuántos de ellos sufrirían
despersonalización para poder gestionar su situación sin enloquecer?
Amigos, os escribo este post percibiendo todo con normalidad más
de 28 años después de mi segundo y definitivo ataque de desrealización y
despersonalización permanente. Desde la normalidad mental, aparece un impulso
de plantearme… ¿Qué estás haciendo?, ¿Por qué sigue contactando con tanta
gente?, si ya estás bien, ¿Por qué no te dedicas a vivir tu vida recuperada y
olvidas esta etapa de paréntesis? Sencillamente no puedo, la DPDR ya es parte importante
de mi vida, tengo que asumir que sufrí este trastorno de 1988 a 2014 y tengo la
responsabilidad y la ALEGRIA de ayudar a todos los que pueda para que superen
este estado algún día. Tengo las claves para ello. Lo sé. Lo siento. Ambas
cosas.
Una gran parte de MI sigue
anclada a 1988, como debe ser, para retomar MI personalidad y mi emocionalidad que
dejé en paréntesis. La vida de un chaval de 20 años lleno de energía. Otra
parte, es la de un adulto de 48 a punto de cumplir 49 años. También soy YO, pero
otro yo, el yo racional que alejado de su parte emocional ha tenido que luchar sin
descanso durante tantos años viviendo una vida lógica, cerebral, pero fingida,
no sentida. Ahora, todo lo que mi yo
racional ha creado en estos años debe ser asimilado por mi parte emocional. Debo
hacerlo mío. Me queda trabajo, no creáis, pero emocionante y productivo. También vosotros, sobre todo los de larga duración sentiréis esa alegría y emoción.
¡VOLVERÉIS A SER LOS MISMOS!
Me dirijo a vosotros para que
entendáis que para recuperaros, para conectar de nuevo, debéis concentrar
vuestros esfuerzos en recordar vuestras cosas, vuestras aficiones y juegos favoritos, vuestros
amigos y familiares, vuestro barrio, sus calles, vuestra biografía, vuestros
logros, en definitiva todo lo PERSONAL. Os recuerdo también que no se puede
hacer esto sin movimiento, sin salir a la calle a percibir lo que entre por los
sentidos, sin comparar con lo que sentíais cuando estabais bien. La vista es fundamental, debéis volver a acostumbraros a mirar el mundo como lo hacíais cuando érais pequeños, recuperar la curiosidad por mirar todo y pensar en tocarlo todo, en subiros a todo. Eso es estar en el mundo.
Visitad a un psicólogo si el
motivo base por el cual sobrevino la DPDR no ha sido superado: traumas, abusos,
incomprensión de vuestra sexualidad por los demás,… Conozco muchas personas con
DPDR que sienten, que en el fondo, no quieren recuperar su emocionalidad para
poder sobrellevar una situación o para no tener que recordar su vida pasada.
Difícilmente recuperarán la normalidad si no lo hacen y resuelven sus problemas de base.
No perdáis tiempo leyendo
interminables comentarios en Facebook, Whatsapp u otras redes sociales sobre
esto. Es bueno compartir los síntomas, pero sin llegar a obsesionarse con ello.
Limitad el tiempo que usáis el teléfono y la computadora y bajad a la
calle ¡YA! todos los días, ¿A qué esperáis?, no valen excusas. ¡De esto se sale CON ESFUERZO!, sé que no es agradable
salir a dar un paseo en estas circunstancias y con estos síntomas, pero debéis
ser valientes y afrontar el reto. Tampoco se sale de esto hablando con gente.
Más vale hablar poco y con fundamento, que mantener largas conversaciones sin
control para no sentirnos tan mal.
Como siempre, os dejo mi correo electronico si quereis contactar conmigo. Si sois lectores que nunca escribis y solo leeis, ¡HACEDLO AHORA!, os puedo ayudar.
santos.barrioscanseco@gmail.com
Los ejercicios para salir de esto están en un post de Febrero de 2015